En computación, una máquina “inteligente” es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. En otras palabras, se trata de la capacidad de que las máquinas piensen y razonen por su cuenta.
La autonomía de las máquinas es el avance más notorio en el campo de la Inteligencia Artificial: Tesla ya produce en masa sus modelos de conducción autónoma, SpaceX ya cuenta con el más avanzado vehículo espacial Falcon Heavy, capaz de aterrizar de forma controlada en el punto exacto desde el que fue lanzado, y sin interacción humana. Amazon está ultimando las pruebas de su zepelín de reparto autónomo por medio de drones automáticos que entregarán los pedidos en cuestión de horas…
Esta capacidad inherente al ser humano, pero ya implementada a las máquinas es el aspecto más complejo de esta ciencia. Se necesitan todas las aplicaciones que se mencionan a continuación y muchas otras para llevar a cabo un sistema autónomo, que sea capaz de interpretar las señales de cualquier entorno y poder trazar una solución a tiempo real y sin supervisión.
Una aplicación de la inteligencia artificial que utilizamos en el día a día es el reconocimiento de voz: si hoy se pueden usar los asistentes de voz como Siri o Alexa, o si se pueden solucionar problemas con un banco o con una compañía telefónica hablando con un asistente virtual, es gracias a esta modalidad.
El machine learning es otro de los usos en los que más se demanda esta tecnología. Consiste en el volcado masivo de datos de cualquier tema concreto, por ejemplo, datos meteorológicos, económicos, o de opinión pública entre otros, para que un sistema de Inteligencia Artificial vaticine las probabilidades de que se produzcan cada uno de los escenarios posibles. En otras palabras, si una casa de apuestas deportivas introduce en un sistema que un equipo de fútbol ha ganado los últimos 21 partidos seguidos, y además se enfrenta al último clasificado de su torneo que no ha conseguido ninguna victoria, el sistema calculará las posibilidades de victoria de cada uno de los equipos y las posibilidades de empate. Esto le permitirá a la casa de apuestas establecer el valor de la apuesta del usuario en caso de victoria local, visitante o empate por cada euro apostado.
La mayoría de los usos que se le ha dado a este campo de la Inteligencia Artificial es en lo relativo a la extracción de información y a la conducción autónoma.
La Visión Artificial es útil para extraer información, por ejemplo, de documentos como una tarjeta bancaria (es así, por ejemplo, como Apple permite introducir una tarjeta de crédito o débito a la wallet mediante una fotografía), o en un pasaporte (el aeropuerto de Londres permite salir del aeropuerto una vez una máquina equipada con esta tecnología haya escaneado el pasaporte y leído la información del viajero), de contratos o facturas, entre otros.
Por último, cabe mencionar que es también la tecnología del software Google Lens, equipado aunque poco conocido en los smartphones Android, y que permite mediante la cámara del dispositivo traducir textos automáticamente, leer códigos de barras, ofrecer información nutritiva sobre los alimentos que se enfoquen o decir qué plato, animal o planta están dentro del campo de visión de la cámara.
Otro de los usos más comunes de la Inteligencia Artificial es el procesamiento de lenguaje natural. A pesar de que en el caso de los seres humanos, la comunicación se produce de manera oral, escrita o visual, siendo imposible la comunicación sin este intercambio de información, en el caso de las máquinas, este modelo no sirve para nada. Es por ello que el sistema de procesamiento del lenguaje natural en la Inteligencia Artificial usa un sistema en el que sólo se tendrán en cuenta las palabras léxicas (que poseen significado léxico propio) que se le planteen para establecer una respuesta.
Es el caso, por ejemplo, de los chatbots, un sistema de respuestas automáticas según el contenido de las preguntas. Pero también es la base de la traducción automática entre lenguas, o para la redacción de cartas y documentos automatizados.